Toman nuevas medidas para reducir emisiones de metano en las operaciones de petróleo y gas, sin embargo, se necesitan más cambios.

El residuo de metano ocurre cada vez que se quema, libera (ventea) a la atmósfera o fuga gas natural durante las actividades de perforación para la extracción de  petróleo y gas, y desafortunadamente estas prácticas suceden en ausencia de regulaciones para evitarlas. Hay evidencia que confirma que estas peligrosas emisiones de metano impactan el calentamiento global, el medio ambiente y la salud pública.

Este desperdicio de metano es innecesario y va en contra de todo lo que amamos del aire limpio y los frágiles y hermosos ecosistemas del suroeste de nuestro país.

Durante más de cuatro décadas, la Oficina de Administración de Tierras (BLM, por sus siglas en inglés) ha estado utilizando requisitos obsoletos para regular la ventilación y la quema de gas natural por parte de las compañías de petróleo y gas. Sin embargo, recientemente, la agencia propuso nuevas reglas para reducir el residuo de metano en tierras públicas y aceptó comentarios públicos hasta el 30 de enero de 2023.

HECHO se sumó a diferentes organizaciones ambientalistas y otros grupos en dos cartas enviadas a la Oficina de Administración de Tierras recomendaciones para mejorar prácticas antiguas, señalando los problemas de desechos en tierras públicas administradas y arrendadas por la agencia, detallando las obligaciones legales de BLM en virtud a la Ley de Arrendamiento de Minerales (MLA) y especificando los beneficios de reducir los residuos de metano.

Aunque las nuevas regulaciones propuestas por BLM disminuyen los desechos de gas natural durante las actividades de producción de petróleo y gas en tierras públicas y tribales, se necesitan más medidas para eliminar por completo todas las formas de residuos producidas por la infraestructura de petróleo y gas. Por ejemplo,  el gas quemado no está incluido en la propuesta.

BLM tiene la obligación legal de reducir tanto la ventilación como la quema del gas natural bajo la Ley de arrendamiento de minerales (MLA). Sin embargo, debido a que las nuevas reglas propuestas no requieren ninguna captura de gas quemado, no logra reducir una fuente importante de desechos de metano, violando el mandato de la MLA.

Grupos comunitarios y conservacionistas, incluyendo HECHO, han instado a BLM a adoptar una regulación alternativa para garantizar que se detenga la mayor fuente de residuo de gas natural. Estados como Nuevo México y Colorado están liderando los esfuerzos para reducir los desechos innecesarios de las operaciones de petróleo y gas. De hecho, BLM puede aplicar estos mismos estándares de prevención de emisiones de metano a la atmósfera.

Las empresas de energía han estado liberando millones de pies cúbicos de gas natural al aire durante décadas. BLM estima que en 2019 estos operadores ventilaron o quemaron alrededor de 151,700 millones de pies cúbicos de gas natural en las tierras arrendadas que administra. Sin embargo, las cantidades reales de desechos de metano en las tierras públicas y tribales son probablemente mucho más altas de las estimaciones del gobierno, porque el análisis de la agencia solo toma en cuenta los desechos que informan los operadores de petróleo y gas, y excluye el gas liberado a la atmósfera por fugas y pozos abandonados.

Según un análisis económico, más de $500 millones en gas natural fueron desperdiciados en 2019 a través de la ventilación, la quema y la fuga de gas por compañías de petróleo y gas que operan en tierras públicas.

Otro estudio de Sinapsis Economía Energética reveló que se perdieron US$63,3 millones en regalías, US$18,8 millones en ingresos estatales por impuestos y US$509 millones en gas debido a la ventilación, la quema y las fugas en tierras públicas. Las regalías perdidas de casi US$64 millones es dinero que podría ayudar a mejorar nuestras escuelas, carreteras y otras infraestructuras.

De acuerdo con la encuesta de Conservación en el Oeste de 2023, el 93% de los votantes está a favor de exigirle a las compañías de petróleo y gas que actualicen sus equipos y su tecnología para evitar fugas de metano.

Eliminar la contaminación de las dañinas emisiones de metano de una vez por todas es consistente con los compromisos de la actual administración para enfrentar el cambio climático y promover la justicia ambiental.

Casi el 25% de las emisiones de combustibles fósiles en los Estados Unidos provienen de nuestras tierras públicas. Al poner fin a los residuos de metano en estos terrenos bajo la cuidado y supervisión del gobierno federal, las tierras públicas pueden ser parte de la solución climática no agravar el problema. 

La ventilación, la quema y las fugas innecesarias de los pozos de petróleo y gas alimentan la crisis climática, amenazan nuestra salud y nos alejan de la meta de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5°C (2,7°F) para evitar daños irreversibles.

Tenemos la oportunidad de abordar la crisis climática, encontrar soluciones al programa de arrendamiento de petróleo y gas que no funciona, garantizar el uso eficiente y responsable de las tierras públicas, salvaguardar nuestros recursos naturales y proteger a nuestras comunidades y contribuyentes.

Instamos a la Oficina de Administración de Tierras a que fortalezca aún más la Regla de Prevención de Residuos de Metano mediante la revisión de las nuevas medidas propuestas para minimizar tanto la ventilación como la quema de gas natural.