Los cazadores son conservacionistas
Por Max Trujillo, Coordinador Senior de HECHO en Nuevo México
Desde que era un niño, he disfrutado de la naturaleza. La primera experiencia que me impactó profundamente fue una cacería con mi papá hace más de 50 años, y desde ese momento sentí la necesidad de estar al aire libre todo el tiempo. Estar en lugares en medio de la naturaleza me permite desconectar del día a día, el ajetreo, el trabajo y la tecnología. Es donde puedo ser yo mismo, volver a mis raíces y sentirme más cerca de la Madre Naturaleza.
La pesca, el senderismo, el campamento y la caza me dan mucha alegría y me hacen sentir conectado a tierra. Mi amor por la naturaleza lo he compartido con mis hijos y ahora con mis nietos. Proteger las tierras públicas y garantizar que las generaciones futuras disfruten de estos lugares maravillosos se ha convertido en un legado no solo para mi familia sino para todas las familias.
Aunque algunos desaprueban la caza, yo no me disculpo por practicar esta tradición centenaria. No se trata solo de matar animales, se trata de la preparación, de la persecución y de estar tan en contacto con tu entorno. Es un momento en el que puedo experimentar el mundo sin influencias artificiales. Las vistas, el olor a tierra húmeda bajo mis pies, la sensación de que soy completamente autosuficiente en un mundo en el que solo soy un visitante es el sentimiento más grande que jamás haya experimentado.
La caza es parte de mi cultura y está profundamente arraigada en mi ser. Cuando tengo la suerte de cazar un animal, la carne se comparte con mis familiares y amigos. Compartir recursos también es parte de nuestra tradición y es apreciado por todos. Sí, es más fácil comprar carne en una tienda, pero si cree que la caza es inhumana, piense en una granja o en un establecimiento de procesamiento de carne. Yo sé dónde comió y bebió ese venado, sé lo que pasa en la conservación y preparación de la carne. No estoy muy seguro de cómo se conservó y preparó mi pollo o la carne que compro en el mercado.
La oportunidad de cazar un animal no es fácil. Un cazador debe hacer un disparo limpio y humanitario, procesar al animal en el campo y tomar las partes comestibles y asegurarse de que se sigan todas las reglas al hacerlo. Algunos cazadores pueden pasar años sin cazar nada. Ciertamente no hay una garantía.
Los cazadores somos conservacionistas. Nos preocupamos por los animales y jugamos un papel importante en la preservación de la tierra y el hábitat de la vida silvestre. Gastamos mucho dinero en caza, pesca y campamentos al aire libre, y parte de ese dinero se destina a los esfuerzos de conservación. Apoyamos la conservación de la vida silvestre y la administración responsable de la tierra. Somos testigos de los cambios en el clima y los ritmos de la naturaleza que son interrumpidos por nuestro mundo que cambia rápidamente.
Creo que la caza es una tradición que debe preservarse y transmitirse a las generaciones futuras. La evolución, en mi humilde opinión, está sobrevalorada y nos está apartando de lo importante. La humanidad no debe y no debe comprometer las habilidades de supervivencia y el amor por la naturaleza por algún ideal retorcido que llamamos progreso.